Historia

Queríamos que alguien nos trajera el coche a tiempo. Que el interior estuviera limpio. Que el conductor nos saludara, no nos entablara conversación y conociera la ruta. Pero cada vez teníamos que rebajar nuestras expectativas. Y un día decidimos que ya era suficiente. Lo haríamos nosotros mismos. Así nació nuestro servicio.

Todo comenzó en una casa que olía a café

Nunca soñamos con tener una tienda. Simplemente vivíamos. Por las mañanas preparábamos café, cada uno a su ritmo, cada uno con su ritual. Para algunos era un filtro matutino, para otros un espresso fuerte, y a otros les gustaba sentarse en silencio con una cafetera francesa.

Y cuanto más café tomábamos, más nos dábamos cuenta de que encontrar un buen café, accesorios de calidad o una tecnología cómoda no era tarea fácil. Especialmente sin el ruido del marketing, sin el brillo, sin el «solo hoy, 30 % de descuento». Así nació la idea de hacer algo diferente.
2009

No un negocio, sino un intento de ordenar nuestra experiencia

Al principio era solo un cuaderno. Anotábamos qué café nos gustaba, qué funcionaba en la cafetera turca y qué era mejor en el espresso. Dónde la taza no se calentaba y dónde se rompía al primer lavado. Luego apareció una gran lista: «Lo que realmente funciona». Y de ahí surgió la idea: si esto es lo que necesitamos, quizá también lo necesiten otros. Así reunimos nuestra primera selección de productos, sin marcas, sin bombo. Solo lo que está probado.
2012

Los primeros pasos: desde el suelo y las cajas

Hicimos el sitio web nosotros mismos. Sin estudios, plantillas ni logotipos de la bolsa. Simplemente desde cero, solo para que funcionara. Las fotos, con el teléfono. Los textos, con nuestras propias palabras. ¿El almacén? Al principio, simplemente en una habitación, entre cajas de libros y estantes para toallas. Empaquetábamos nosotros mismos, firmábamos a mano e incluíamos notas breves de agradecimiento. No porque fuera «parte de la estrategia», sino porque no sabíamos hacerlo de otra manera.
2015

No rápido, pero con honestidad

No invertimos dinero en publicidad. Los blogueros no nos mencionaban, no organizábamos sorteos de cafeteras. Nos encontraban por casualidad o a través de amigos. Pero cada mes aparecían nuevos clientes. Y casi todos volvían. Porque no mentíamos, no vendíamos lo que «se acumulaba en el almacén», no buscábamos beneficios en cada detalle. Simplemente seguíamos el principio: si tú no lo comprarías, no lo vendas.
2017

Lo que hemos pasado y no nos hemos derrumbado

Hubo retrasos. Hubo lotes defectuosos. Hubo clientes a los que algo no les gustó. Y hubo noches en las que queríamos dejarlo todo. Pero fue precisamente en esos momentos cuando nos dimos cuenta de que, si nos importaba, era porque aún era pronto para rendirse.

Pedíamos disculpas, compensábamos, corregíamos. Y con cada error nos volvíamos más atentos. No tenemos miedo de admitirlo: sí, estamos aprendiendo. Pero aprendemos con honestidad.
2020

Cómo crecemos sin perdernos

Añadimos nuevos productos, actualizamos las fotos y aprendimos a describir un poco mejor los artículos en la página web. Hemos adquirido un pequeño almacén, una nueva mesa de embalaje y más cajas. Pero la esencia sigue siendo la misma. Seguimos comprobando manualmente lo que enviamos. Seguimos escribiendo los textos nosotros mismos. Seguimos probando los turcos en casa antes de añadirlos al catálogo. Y seguimos bebiendo el mismo café que vendemos.
2022

No somos solo una tienda

En cada pedido hay una parte de nosotros. No es pretensión, es la realidad. No vemos el sitio web como una plataforma para ganar dinero. Lo vemos como un lugar al que acuden los nuestros. Personas que no quieren perder el tiempo con promesas vacías. Que aman el café no por las fotos, sino por su sabor. Que no buscan moda, sino sentido. Y es con este tipo de clientes con los que queremos seguir construyendo este negocio.
2024

El futuro no está en la escala, sino en la profundidad

No tenemos intención de convertirnos en un hipermercado. No vamos a conquistar el mercado. Queremos mantener la calidad y la tranquilidad. Queremos hacer una selección de granos aún mejor. Encontrar maestros que fabriquen vajillas únicas. Aprender a describir mejor los productos para no defraudar las expectativas. Y, tal vez, algún día, abrir un pequeño espacio offline donde se pueda entrar no solo para comprar, sino simplemente para tomar una buena taza de café.
2025